La forma del rostro de cada una, el estilo y el tamaño de los lentes, los colores y el grosor del marco son algunas de las cosas que, según los expertos, tenemos que considerar

Elegir un par de anteojos de lectura no es una tarea sencilla. Seguramente alguna vez nos pasó que nos compramos esos lentes que en la óptica nos quedaban fantásticos pero cuando llegamos a casa y nos miramos al espejo, nos dimos cuenta de que no iban con nuestra personalidad, o que no era la mejor opción para nuestro rostro. Además, ¿cuántos modelos miramos y cuántos nos probamos?

La forma de la cara de cada una, el estilo y el tamaño de los lentes, los colores y el grosor del marco son algunas de las cosas que, según los expertos consultados, hay que considerar cada vez que vamos a adquirir un par de anteojos. A continuación, te dejamos sus recomendaciones para que la búsqueda sea más sencilla y el margen de error, ¡mucho menor!

En las ópticas +Visión tienen una guía informativa muy práctica para dar con esos lentes que mejor se adaptan a nuestro formato de rostro. Según, Juan Cristobal de Marchena, director de +Visión Argentina, ellos establecen los siguientes cuatro tipos generales:

Rostro rectangular

Como existe un amplio espacio entre la frente y la mandíbula, conviene elegir marcos cuadrados que cubran el alto del rostro y de colores profundos, porque minimizan la atención sobre la forma facial.

Rostro cuadrado:

Son aconsejables lentes redondeados u ovalados y marcos que suavicen la forma. Ojo, ¡redondeados, pero no redondos!

Rostro triangular:

Convienen lentes de forma cuadrada y redonda, y los marcos anchos y gruesos.

Rostro ovalado:

Las afortunadas que tengan esta forma de cara pueden experimentar con diferentes estilos y tamaños. Sin embargo, el tamaño del anteojo debe ser proporcional con respecto al del rostro.

Lucas Milossi, diseñador de Orbital , agrega dos tipos de rostro más y los estilos de anteojos que más los favorecen.

Rostro redondo:

Los anteojos que mejor van a quedarnos son los que tienen curvas naturales que encierran al ojo con mayor exactitud y que tienden a formar más un cuadrado que un círculo. Hay que evitar los que son totalmente rectos o con filos. La mejor opción son lentes con espesores gruesos y amplios de tamaño.

Rostro tipo «diamante» : si tenemos pómulos pronunciados y la frente y la pera estrechas, los lentes que van a favorecernos más son los ovalados porque suavizan el contorno del rosto.

Cuestión de actitud

Para las que se animan a más, y no prestan tanta atención a las reglas, probablemente se sientan identificadas con la recomendación de Carla Di Sí , diseñadora y óptica oftálmica: «A la hora de elegir un par de anteojos tenemos que considerar que su estilo vaya con nuestra personalidad. Para mí tiene mucho más que ver con el color y con el estilo.»

Los colores

«Algunos iluminan más la cara, como los pasteles, porque tienen más que ver con los tonos de la piel y son mucho más favorables que un anteojo de marco negro», explica la diseñadora. Además, al momento de asesorar a alguien, también hay que considerar sus rasgos e imperfecciones de la piel. En este último caso, recomienda optar por anteojos de colores claros, como lila o nude, porque los más oscuros las van a resaltar.

¿Anteojos grandes o chicos?

El tamaño del anteojo está directamente relacionado con el tamaño del cuerpo, y no solamente con el de la cara. Por ejemplo, si sos menudita los anteojos deberían ser más bien chicos para que haya cierta armonía con el resto del cuerpo.

Después de estar todo el día con los anteojos puestos es inevitable que nos quede esa marquita molesta en la nariz, especialmente si tenemos un tabique muy delgado y/o la piel muy sensible. En ese caso, lo más aconsejable es buscar lentes muy livianos.

«Los anteojos tienen que integrarse a la vida de la persona, hacerle la vida más fácil. Lo apasionante de esto es proponer soluciones para ver mejor y también para verse mejor», concluye Di Sí.

¿Qué formato de rostro tenés? ¿Cómo elegiste tus anteojos? ¿Cuánto pesa tu personalidad al momento de esta elección?

Fuente: http://www.revistaohlala.com/