Fumar aumenta de forma significativa el riesgo de pérdida de visión debido a la aparición de cataratas y degeneración macular asociada a la edad(DMAE) . Ese riesgo afecta tanto a los fumadores activos como a los que viven con ellos, según muestra un estudio publicado en el British Journal of Ophthalmology en el caso de la DMAE. Cuanto más fuma una persona, más altos son los riesgos. La buena noticia es que una vez que dejan de fumar, el riesgo de que contraigan estas enfermedades oculares se vuelve prácticamente tan bajo como para quienes nunca fumaron.

  •    Fumar también aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares que indirectamente impactan en la salud de los ojos. Además, el humo del tabaco, incluso en el caso de los fumadores pasivos, es un agente irritante que empeora los ojos secos, una condición muy incómoda que suelen presentar las mujeres luego de la menopausia.
  •    Fumar aumenta el riesgo de pérdida grave de la visión en personas que presentan otras enfermedades oftalmológicas. Y cuando las mujeres fuman durante el embarazo, existen más posibilidades de que den a luz en forma prematura, dejando al bebé expuesto a un mayor riesgo de que contraiga la enfermedad llamada retinopatía del prematuro que podría provocar su ceguera, como así también otros problemas de salud.
  •    La degeneración macular es una enfermedad ocular progresiva que constituye la causa principal de pérdida de visión parcial y ceguera entre las personas mayores, sobre todo. La mácula, ubicada en el centro de la retina en la parte posterior del ojo, es crucial para la visión central necesaria para llevar a cabo tareas como conducir y leer.
  •    Los investigadores que llegaron a estas conclusiones estudiaron a 435 personas con degeneración macular en fase terminal y a 280 personas que vivían con ellos. Las personas que fumaban con regularidad una caja de cigarrillos o más al día durante 40 años tenían casi el triple del riesgo de degeneración macular asociada con la edad en comparación con los no fumadores.
  •    Contrariamente, el dejar de fumar por 20 años o más redujo el riesgo a un nivel comparable con personas que nunca habían sido fumadoras.
  •    El estudio también halló que los no fumadores que vivían con fumadores durante cinco años o más tenían el doble de riesgo de degeneración macular asociada con la edad.