La degeneración macular asociada a la edad —también llamada degeneración macular, DMAE o DMA— constituye el deterioro de la mácula, que es la pequeña área central de la retina del ojo que determina la precisión de la visión central.

La salud de la mácula determina nuestra capacidad para leer, reconocer caras, manejar, mirar televisión, usar una computadora y llevar a cabo cualquier otra tarea visual que requiera que podamos mirar con gran detalle.

La degeneración macular es la principal causa de pérdida de visión entre los estadounidenses de edad evanzada, y debido al envejecimiento de la población de Estados Unidos, se prevé que la cantidad de personas afectadas por la DMA, entre los adultos mayores, aumentará significativamente en los próximos años.

En 2010, aproximadamente 2.07 milones de estadounidenses sufrían de degeneración macular asociada a la edad en estado avanzado, y se calcula que esta cantidad aumentará a 5.44 millones para el año 2050.

La DMA es sumamente común entre la población blanca de edad avanzada, y afecta más del 14 % de los estadounidenses de raza blanca de 80 años o más. Entre los estadounidenses de 50 años o más, la degeneración macular afecta al 2.1 % de este grupo en total, mientras que las personas de raza blanca se ven más frecuentemente afectadas que las de raza negra, los latinos no blancos y otros grupos étnicos (2.5 % vs. 0.9 %).

Formas húmedas y secas de degeneración macular

El diagnóstico de degeneración macular se realiza como seca (no neovascular) o húmeda (neovascular). El término neovascular se refiere a si ha habido crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en una región, como por ejemplo la mácula, donde no deberían hallarse normalmente.

La forma seca se presenta con mayor frecuencia que la húmeda, con aproximadamente 85 % a 90 % de los casos de DMAE de diagnóstico de DMAE seca. La forma húmeda suele traer pérdidas de visión más importantes.

Degeneración macular seca (no vascular). Es un estadio temprano de la enfermedad y puede ser resultado del envejecimiento y afinamiento de los tejidos de la mácula, de depósitos de pigmento en la mácula o una combinación de ambos.

La degeneración macular seca se diagnostica cuando se detectan manchas amarillentas, conocidas como drusas, que comienzan a acumularse en la mácula y a su alrededor. Se cree que estas manchas son depósitos o residuos de tejidos en deterioro.

La visión central se suele perder de forma gradual en la degeneración macular seca, pero generalmente la pérdida no llega a ser tan grave como en la sintomatología de la DMAE húmeda. Sin embargo, la DMAE seca puede avanzar lentamente durante varios años a un estado tardío de atrofia geográfica (AG): una degeneración gradual de las células de la retina que también provoca una pérdida grave de la visión.

No hay tratamientos disponibles que hayan sido aprobados por la FDA (Administración de Drogas y Alimentos), aunque existen algunos ensayos clínicos en proceso.

Dos ensayos clínicos importantes, de cinco años de duración —El estudio de la enfermedad del ojo asociada a la edad (AREDS; 2001) y su estudio de seguimiento llamado AREDS2 (2013)— han demostrado que algunos suplementos nutricionales que contienen vitaminas, antioxidantes y multivitaminas con luteína y zeaxantina pueden reducir el riesgo de padecer DMAE seca y su pasaje al desarrollo de DMAE húmeda, que pone en peligro la visión.

Sin embargo, ni el estudio AREDS ni el AREDS2 han podido demostrar algún beneficio profiláctico de los suplementos nutricionales contra el desarrollo de DMAE seca en ojos sanos.

Por el momento, parece ser que la mejor forma de proteger sus ojos contra el desarrollo temprano de degeneración macular seca es por medio de una dieta saludable, ejercicio y el uso de gafas de sol que protejan sus ojos contra los rayos UV dañinos y la radiación visible de alta energía (HEV).

Degeneración macular húmeda (neovascular). En aproximadamente 10 % de los casos, la DMAE seca evoluciona en una forma más avanzada y dañina de esta enfermedad del ojo. En la degeneración macular húmeda hay formación de nuevos vasos sanguíneos debajo de la retina, además de pérdidas de sangre y fluidos. Estas pérdidas causan daño permanente en las células sensibles a la luz de la retina, que mueren y generan puntos ciegos en la visión central.

La neo vascularización coroidea (CNV), el proceso subyacente que provoca la DMAE húmeda y el crecimiento anormal de vasos sanguíneos, es la forma errónea del cuerpo de crear una nueva vía de llegada para más nutrientes y oxígeno a la retina del ojo. Este proceso lleva a la generación de cicatrices, y en ocasiones a una pérdida severa de visión central.

La degeneración macular húmeda se divide en dos categorías:

  • Oculta. El crecimiento de nuevos vasos sanguíneos debajo de la retina y las pérdidas de líquido son menos evidentes en la forma oculta de la CNV de la degeneración macular húmeda, que suele provocar pérdidas de visión de menor gravedad.
  • Clásica. Cuando el crecimiento de vasos sanguíneos y la cicatrización se observan por debajo de la retina con unos bordes muy pronunciados, este tipo de DMAE húmeda se conoce como CNV clásica, y generalmente produce una pérdida de visión de mayor gravedad.

Síntomas y signos de la degeneración macular asociada a la edad

La degeneración macular asociada a la edad suele comenzar con una lenta pérdida de visión indolora. Sin embargo, en algunos casos se da de forma repentina. Los signos tempranos de la pérdida de visión por DMAE incluyen áreas sombreadas en la visión central, o una visión borrosa y distorsionada.

Una de las formas de diagnóstico de estos problemas en la visión es mediante un cuadro a rayas negras, ordenadas en un patrón determinado (la cuadrícula de Amsler). Vea cómo funciona la cuadrícula de Amsler realizando el test de degeneración macular.

Los profesionales de la visión suelen detectar signos tempranos de la degeneración macular antes de la aparición incluso de síntomas. Usualmente esto se realiza por medio de un examen de retina. Cuando se sospecha degeneración macular, se debería realizar una breve prueba con la cuadrícula de Amsler, que evalúa la visión central.

Si su especialista detecta algún defecto en su visión central, tales como distorsión o visión borrosa, este puede asignarle una angiografía con fluoresceína para examinar los vasos sanguíneos de la retina que se encuentran rodeando la mácula.

¿Qué provoca la degeneración macular?

A pesar de que la degeneración macular está directamente asociada al envejecimiento, algunas investigaciones sugieren además la existencia de un componente genético en la aparición de la enfermedad. La Universidad Duke y otros investigadores han notado una fuerte asociación entre el desarrollo de DMAE y la presencia de una variante genética específica conocida como factor H del complemento (CFH). Esta deficiencia genética está asociada a la mitad o tal vez a todos los casos de ceguera por degeneración macular.

El Centro Médico de la Universidad de Columbia y otros investigadores han hallado otras variantes de otro gen, factor B del complemento, que pueden estar involucradas en el desarrollo de DMAE.

Se han hallado variantes específicas de uno o ambos de estos genes, que tienen un rol importante en la respuesta inmune del cuerpo, en 74 % de los pacientes con DMAE que se han estudiado. Otros factores complementarios pueden también estar relacionados con un aumento en el riesgo de degeneración macular.

Otra investigación ha demostrado que las células desprovistas de oxígeno en la retina producen un tipo de proteína llamada factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF, por sus siglas en inglés) que dispara el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos en la retina.

La función normal del VEGF es crear nuevos vasos sanguíneos durante el desarrollo del embrión, luego de una lesión o para eludir vasos sanguíneos bloqueados. Pero demasiado VEGF en el ojo causa el desarrollo de vasos sanguíneos indeseados en la retina que con facilidad se rompen y sangran, dañando la mácula y la retina circundante.

¿Quién sufre de degeneración macular asociada a la edad?

Además de afectar mayormente a personas de edad avanzada, la DMAE también tiene lugar con frecuencia en caucásicos, y mujeres en particular. También puede surgir como efecto secundario de algunas drogas, y parece afectar a grupos familiares.

Nuevas evidencias sugieren que el tabaquismo se encuentra entre los factores de riesgo que encabezan la lista para degeneración macular. Otros factores de riesgo son el tener algún familiar con DMAE, la hipertensión arterial, ojos de color claro, y la obesidad.

Algunos investigadores consideran que una sobreexposición a la luz solar también puede ser un factor contribuyente al desarrollo de degeneración macular, sin embargo no se ha probado esta teoría aún. El consumo elevado de grasas en la dieta también se sugiere como un posible factor de riesgo.

Los factores de riesgo mayormente nombrados de degeneración macular incluyen:

  • El envejecimiento. Entre los mayores de 60 años, una pérdida significativa de visión acompaña las formas avanzadas de DMAE en menos del 1 % de los casos, mientras que se da en el 15 % en los mayores de 90, de acuerdo con el diario de la Asociación Médica de Canadá (febrero 2004).
  • Obesidad y sedentarismo. Los pacientes con degeneración macular con sobrepeso tienen más del doble del riesgo de desarrollar formas avanzadas de degeneración macular, en comparación con personas de masa corporal normal, según un estudio presentado en Archivos de Oftalmología (junio 2003). En el mismo estudio, se observó que quienes realizaban actividad física de intensidad moderada al menos tres veces a la semana, reducían el riesgo de desarrollar formas avanzadas de DMAE, en comparación con pacientes sedentarios.
  • Herencia. Como se mencionó, estudios recientes han hallado una variedad de genes específicos que se expresan en la mayoría de las personas que cursan una degeneración macular. Estudios en mellizos y gemelos idénticos podrían demostrar el factor hereditario del desarrollo de DMAE y el nivel de severidad alcanzado.
  • Presión arterial elevada (hipertensión). Oftalmología investigadora y Ciencia de la Visión han reportado resultados de un estudio europeo demostrando la posible asociación entre la alta presión arterial y el desarrollo de degeneración macular (setiembre de 2003).
  • Tabaquismo. Es un factor de riesgo importante en el desarrollo de DMAE; se halló en un estudio británico una asociación directa con al menos 25 % de casos de DMAE que evolucionaron en una pérdida grave de visión. El Diario Británico de Oftalmología a principios de 2006, también reportó hallazgos en estudios demostrando que quienes vivían con un fumador enfrentaban un aumento del riesgo de desarrollo de DMAE al doble.
  • Ojos claros. Durante mucho tiempo se asoció la degeneración macular a una mayor frecuencia de desarrollo en caucásicos, especialmente en aquellos con tonos de piel y de ojos claros, por esto varios investigadores atribuyeron al pigmento de los ojos más oscuros un rol de factor protector contra el desarrollo de la enfermedad tras la exposición a la luz solar. Sin embargo no se ha hallado evidencia suficiente para asociar la exposición a la luz solar excesiva con el desarrollo de DMAE.

    Un estudio pequeño publicado en El Diario Británico de Oftalmología (enero de 2006) no logró hallar conexión alguna entre esta condición del ojo y la exposición a la luz solar. De hecho, el mismo estudio tampoco logró hallar relación alguna entre el color claro de ojos y pelo, y el desarrollo de DMAE. Estos hallazgos son contradictorios a los de varios estudios realizados antes, que indican que personas con piel y ojos de color claro están asociadas a una mayor prevalencia de DMAE.

  • Efectos secundarios de drogas. Algunos casos de degeneración macular pueden ser inducidos a partir de drogas tóxicas como Aralen (cloroquina, una droga anti-malaria) o fenotiazine. El fenotiazine es un tipo de droga antipsicótica, que se halla en drogas con nombres comerciales como torazina (corpromazina, que también es utilizada para el tratamiento de náuseas, vómitos e hipo persistente), mellaril (tioridazina), prolixina (flufenazina), trilafon (perfenazina) y stelazina (trifluoperazina).

La Academia Americana de Oftalmología anuncia que los hallazgos con respecto a factores de riesgo para el desarrollo de DMAE han sido contradictorios, dependiendo del estudio. Los únicos factores de riesgo de los que no hay duda son el envejecimiento y el tabaquismo.

Cómo tratar la degeneración macular

Aún no se ha hallado una cura para la degeneración macular asociada a la edad, pero sí algunos tratamientos que pueden retrasar su progresión e incluso mejorar la visión.

El tratamiento para la degeneración macular depende de la etapa en la que se encuentre la enfermedad, y si es húmeda o seca; la forma húmeda puede provocar pérdidas de visión de mayor gravedad. No existen tratamientos aprobados por la FDA para la degeneración macular seca, aunque sí se han propuesto intervenciones nutricionales que pueden prevenir su progresión hacia la forma húmeda.

Para la forma húmeda de DMAE, el tratamiento incluye fármacos para la detención del crecimiento anormal de vasos sanguíneos que han sido aprobadas por la FDA, llamadas lucentis, eylea, macugen y visudyne utilizadas con Terapia fotodinámica o PDT. El lucentis ha demostrado ser capaz de mejorar la visión en una cantidad significativa de personas con degeneración macular. [Para más detalles, lea nuestro artículo sobre tratamiento para degeneración macular.]

Nutrición y degeneración macular

Numerosas organizaciones e investigadores independientes están llevando a cabo estudios para determinar si existen modificaciones en la dieta que podrían reducir el riesgo de que una persona desarrolle degeneración macular con pérdida de visión asociada. De hecho, algunos de estos estudios han revelado asociaciones positivas entre una nutrición adecuada y la reducción del riesgo de desarrollar DMAE.

Por ejemplo, algunos estudios han sugerido la posibilidad de que una dieta que incluya salmón en abundancia y otra pesca de agua fría, que pueda contener grandes cantidades de ácidos grasos omega-3, podría prevenir DMAE o reducir el riesgo de su avance.

Otros estudios han demostrado que suplementos que contengan luteína y zeaxantina elevan la densidad del pigmento en la mácula, que se asocia a la protección de los ojos ante DMAE.

Visite y marque nuestra página sobre Novedades sobre Nutrición del ojo para los desarrollos más recientes en investigación en nutrición que pueden prevenir o limitar los problemas de DMAE, catarata y otras condiciones del ojo.

Pruebas y dispositivo de baja visión para
tratamiento de degeneración macular asociada a edad

A pesar de que ha habido progresos en los últimos tiempos en cuanto a la investigación para el tratamiento de degeneración macular, no es probable que se logre una recuperación completa de la visión perdida por la DMAE.

Su profesional de la visión puede sugerirle que revise su visión de forma regular con la cuadrícula de Amsler, descrita antes en este artículo.

El observar la cuadrícula de Amsler de forma independiente con cada ojo ayuda a mantener un control de su pérdida de visión. Esta es una prueba muy sensible y puede revelar fácilmente problemas en su visión central antes de que su especialista pueda apreciar daños en su mácula asociados a DMAE durante un examen ocular de rutina.

Para quienes tengan pérdida de visión por degeneración macular, existen dispositivos para baja visión disponibles para facilitar la movilidad y otras tareas específicas de la visión.